Las Escuelas de Nestares de Cameros

En verano de 2012, el Ayuntamiento de en Nestares, en colaboración con la Asociación Socio-Cultural ‘Virgen del Manojar’, inauguró la exposición permanente «Recuerdos de la Escuela de Nestares de Cameros«, para conmemorar el centenario de la apertura de las últimas Escuelas del municipio.

Antes de dicho colegio se sabe que existí­a otro, pero se desconoce su ubicación en el pueblo. De lo que sí se tiene constancia es que don Manuel Muro Giménez, natural de Nestares de Cameros, en su testamento redactado con fecha 10 de julio de 1906, dejó dispuesto que, tras su fallecimiento (ocurrido el 12 de enero de 1909), se invirtieran treinta mil pesetas en papel del Estado; y que con las rentas que ese dinero produjese se realizasen dos jubileos, uno en memoria de su hermano y otro en la suya propia. «El resto se entregará por el albacea o su sucesor a los señores Cura párroco y al Alcalde del pueblo de Nestares de Cameros con objeto de que sea, precisamente destinado al sostenimiento y fomento de la escuela de dicho pueblo«.

El Colegio Nacional de Nestares de Cameros, cuya apertura se rememora y que todaví­a sigue en pie, fue inaugurado en el año 1912 gracias a la donación de D. Gonzalo Sáenz y Rodrí­guez.
Este benefactor nació en Nestares de Cameros. Emigró a Argentina donde hizo fortuna como agricultor, comerciante e industrial (como relata el diario ABC, en su edición del 29 de marzo de 1962). Allá­ fue donde, junto a Avelino Gutiérrez y Vicente Sánchez, fundaron la Institución Cultural Española. Es posible que su amor por las letras y el recuerdo de su tierra natal hiciesen que se interesara por la educación de los niños que allá­ viví­an.

En un artí­culo del Nuevo Mundo, periódico argentino, se nombra a don Gonzalo Sáenz y Rodrí­guez como el único concejal español que formó parte del Gobierno Comunal de Buenos Aires.
En nuestro país, fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica en el año 1918, creada para <<apremiar la lealtad acrisolada a España y los méritos de ciudadanos españoles y extranjeros en bien de la Nación y muy especialmente en aquellos servicios excepcionales prestados en favor de la prosperidad de los territorios americanos y ultramarinos».